Esta banda de Birmingham compuesta por Trish Kennang y James Cargill les dia mi voto de confianza hace poco. Hasta ahora me acerqué a su música de forma tangencial. Me atraían sus sonidos, pero acababa haciendoles caso en los ratos en los que me empachaban Stereolab.
Es difícil calificar lo que hacen estos ingleses. Su pop vanguardista se acerca sin complejos a las raices del folk inglés psicodélico hurgando en él a base de complejas bases rítmicas, disonantes en ocasiones que, me recuerdan a los sonidos industriales o al krautrock. Levantan muros sónicos de belleza, por momentos, inasible que la voz de la Kennang hace que estos bucles sean más terrenales. Su voz es reencontrarte con aquellas sonoridades pop sixties de los 60, pero en Marte.
Retrofuturismo en canciones de belleza inmensa.
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